Todos tenemos derecho a arrepentirnos de ciertas ideas que ya no nos representan.
El trigo puede ser más ecológico y el chocolate tener más cacao, pero esos cereales siguen siendo un alimento malsano. Y no pasa nada.
Los inforamtivos nos mantienen en un estado de alerta constante que no se corresponde con la realidad que vivimos en España. Esto tiene consecuencias.
En 2023 voy a dejar de lado, en la medida de lo posible, mi actividad online. También lo cuento en el blog: Parón indefinido.