Siempre estoy pendiente de conocer y comprender lo que les gusta a mis alumnos, (mientras pueda evitarlo, no me gusta que haya una gran brecha cultural), pero hay un tema en el que no conecto nada con ellos: la música. No me gustan sus estilos musicales, como no entiendo que haya niños que cantan Despacito.
Hoy vengo con un tema bastante relajado pero no por ello menos indignante: hay bares que te venden mero empanado en lugar de gallo,...
Una premisa muy simple que me permitió reconciliarme con mi trabajo.
No me gustan el internet que me requiere estar pendiente de un día y hora concreto.