Siempre estoy pendiente de conocer y comprender lo que les gusta a mis alumnos, (mientras pueda evitarlo, no me gusta que haya una gran brecha cultural), pero hay un tema en el que no conecto nada con ellos: la música. No me gustan sus estilos musicales, como no entiendo que haya niños que cantan Despacito.
Un tema delicado en relación con el arte.
Cuánto trabajo me ha costado darme cuenta.
Todos los debates sobre educación son inútiles mientras no se corrijan estos tres aspectos.