Siempre estoy pendiente de conocer y comprender lo que les gusta a mis alumnos, (mientras pueda evitarlo, no me gusta que haya una gran brecha cultural), pero hay un tema en el que no conecto nada con ellos: la música. No me gustan sus estilos musicales, como no entiendo que haya niños que cantan Despacito.
Os hablo de las comuniones (tema que han tratado en Quillo's podcast) y las graduaciones, que se nos han ido totalmente de las manos.
Un batiburrillo sobre mi incapacidad para centrarme en un único tema y sobre la especialización en la sociedad.
La sociedad tiene la concepción de que los profesores no podemos quejarnos de cuestiones de nuestro trabajo porque tenemos muchas vacaciones.