Nunca aprendí a cocinar y ya me niego a aprender. Esta es una reflexión a partir de ese hecho.
Una premisa muy simple que me permitió reconciliarme con mi trabajo.
Hay gente que se toma muy en serio las historias que les gustan.
Hay ideas que calan muy fácil en nuestro cerebro, y esas ideas pueden ser muy nocivas y muy difíciles de combatir. Relacionado: 64. Todo...