Después de casi tres años, he vuelto a grabar audios para mi pódcast personal, Divagaciones de Adrián Perales.
Anteriormente el pódcast lo publicaba directamente en el blog, pero a día de hoy es algo que me resulta terriblemente engorroso y que me quita las ganas de lanzar los audios. Necesitaba un método más directo: coger el audio, subirlo, poner título, descripción y listo. Ya veré más adelante, cuando tenga más tiempo y ganas, si esas reflexiones se convierten en entrada de blog o no.
El espíritu sigue siendo exactamente el mismo que antaño: audios cortos (raro será el que llegue a diez minutos) con temática variada, los mismos que trato aquí en el blog: cultura, tecnología y educación, entre otros temas sociales.
Como ya me conozco bien, no sé cuánto tiempo duraré esta vez. A lo mejor el arranque me dura unos meses, a lo mejor un año, a lo mejor dos semanas. De momento tengo ganas de aprovechar los caminos al trabajo para grabar algún audio, así que el impulso me durará una temporadita.
Espero que queráis acompañarme.
Que el problema con el alcohol sea antiguo no le quita gravedad, especialmente cuando los bebedores no saben distinguir ámbitos.
En este audio, en el que se me ha colado demasiado viento, traigo una reflexión lingüística sobre el sustantivo «consumidor» y el verbo «consumir»,...
Los inforamtivos nos mantienen en un estado de alerta constante que no se corresponde con la realidad que vivimos en España. Esto tiene consecuencias.